Me gustaría comenzar este blog con una receta japonesa muy conocida, la sopa de miso o para aquellos más versados en el idioma nipón, el misoshiru (味噌汁).
Esta sopa, alta en proteínas y tradicional en la comida japonesa, es consumida prácticamente a diario por los habitantes del país, y tiene numerosos beneficios para la salud, entre ellos, la reducción del riesgo de cáncer.
El miso, o pasta aromatizada de soja, es el elemento fundamental que aporta el sabor y el nombre a este plato, y lo podemos encontrar de varios tipos: el aka-miso, más rojizo y salado, el shiro-miso, más blanco y suave o el awase, mezcla de ambos, entre otros.
Tipos de miso |
Otro de los elementos fundamentales de este plato es el dashi, un caldo de pescado u otros ingredientes que aporta la base a la sopa. Al igual que el miso, existen varios tipos de dashi: el de pescado, o niboshi-dashi, el de alga, o kombu-dashi, y el de setas o shiitake dashi.
Sopa de miso servida en su tradicional cuenco |
A partir de este momento, quedaría a elección del consumidor los demás ingredientes que desean añadir a su sopa de miso. Entre los más corrientes se encuentra el tofu (cuajada de soja), el puerro o cebolleta cortados finamente, la espinaca, el alga wakame...
Personalmente, yo suelo usar el tofu, cebolleta y alga, pues le aportan un especial sabor al caldo, añadido al del miso blanco que también utilizo (no me gusta mucho el miso rojo porque sabe demasiado fuerte para mi gusto)
Por último, os preguntaréis: ¿cómo puedo cocinar esto en mi propia casa? Es muy sencillo, y hay numerosos tutoriales en Internet, pero yo os dejaré uno en el que Yoko-san, una japonesa casada con un español y ambos residentes en Japón, nos enseña como hace su propia sopa de miso casera. Espero que os guste.
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