jueves, 3 de marzo de 2016

Los beneficios de la comida japonesa

Comenzaremos la entrada de hoy con las palabras de la supercentenaria Misao Okawa (1898-2015), que ante la pregunta de cómo había llegado hasta tal edad, ella respondía que era debido a comer sushi, entre otras cosas. Obviamente, esto no es más que una mera coincidencia, pues tomando sushi no tenemos asegurado que pasaremos de los cien años. Pero lo que sí es cierto es que la dieta japonesa es una de las más sanas del mundo. Y esto no se ve sólo reflejado en que la longevidad de los japoneses sea una de las mayores del mundo (lo cual también podría deberse a factores genéticos), sino porque los índices de obesidad en el país nipón son extremadamente bajos.

Y es que si hacemos una comparación entre un país como Estados Unidos, en el que se consumen una media de tres mil kcal diarias por habitante, y donde hay una enorme cantidad de personas con problemas de sobrepeso, y Japón, donde se consumen algo más de dos mil kcal, la diferencia es clara. Y no, no es que los japoneses se mueran de hambre ni nada, es que la forma en la que utilizan los alimentos, muy variados, frescos y en pequeñas cantidades, les permite obtener todos los nutrientes que necesitan sin que pasen hambre. Y por supuesto, nada de precocinados (que también existen en Japón, no os asustéis), alimentos industriales y toda clase de bombas de relojería.

Eso, y que su dieta es muy rica en alimentos bajos en grasa y colesterol. Vamos a poner algunos ejemplos:

-Pescado: Pulpo, salmón, atún, pez mantequilla... Entre muchos otros.  Al ser normalmente consumido crudo, en forma de sashimi, o incluido en el sushi, aporta ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y el omega 6, numerosas y abundantes proteínas, fósforo, zinc, potasio, vitaminas... 

Plato de sashimi variado
-Arroz y otros carbohidratos: Que son considerados como alimentos de absorción lenta.

-Utilización del dashi o caldo de pescado como base para los condimentos, en vez de la mantequilla o el aceite.

-Soja y sus derivados (tofu): Muy rica en proteínas, minerales y vitaminas, contiene todos los aminoácidos esenciales y carece de grasas. Previene el cáncer, favorece al sistema circulatorio y es aconsejada para diabéticos.

-Verduras: Ni que decir que las verduras son un pilar fundamental de la dieta japonesa, cuentan con numerosas vitaminas e innumerables beneficios para nuestra salud.


Tempura de verduras con salsa de soja

-Algas: Que tienen vitaminas y mucho calcio, por lo que pueden ser un buen sustituyente de la leche, que no es muy consumida por los japoneses.

-Té verde: Esta bebida tiene una enorme lista de beneficios para el ser humano. Algunos de los más destacados son sus capacidades antioxidantes y anticancerígenas, prevenir el Alzheimer y la caída del cabello, controlar la diabetes, reforzar el aparato inmune...

Té verde japonés

Con todas las características de los alimentos anteriormente mencionados, esta dieta no se hace sólo idónea si lo que queréis es perder peso, sino también si deseáis tener una dieta saludable y variada, una de las claves de la longevidad.

Espero que os haya gustado el artículo de hoy y que os haya servido para aprender un poco más acerca de la dieta japonesa y sus beneficios para la salud. Hasta la próxima.


viernes, 26 de febrero de 2016

El arroz de sushi

Hoy veremos como cocinar nuestro propio arroz de sushi o sumeshi (酢飯). Este constituye, sin lugar a dudas, la base de este plato japonés tan conocido. Y es que, si el arroz no está correctamente preparado, os puedo asegurar que el sushi perderá, y mucho.

El proceso de elaboración es algo tedioso y cansino, pero si somos perseverantes y tenemos paciencia, tras haber hecho el arroz ya varias veces habremos cogido algo de práctica y nos saldrá perfecto. Demos pues comienzo al primer paso.

Arroz de sushi

Una de las características más importantes de este tipo de arroz es su textura compacta, algo pegajosa y un poco dura, y esto se consigue gracias a tres aspectos: Retirar el almidón del grano de arroz, cocerlo con poca agua y sazonarlo con sushizu o vinagre de arroz.

Para retirar el almidón del arroz, deberemos lavarlo con agua a conciencia. Y no una ni dos veces, no, sino puede que veinte o más, hasta que el agua salga cristalina (Por algunos sitios andan diciendo que seis o siete, pero ya os digo que yo me tiro unos veinte minutos frotando bien el arroz en un colador y con agua bien fría para que no quede nada del almidón). Esta, a mi juicio, es la parte más cansina de todas.

Después metemos el arroz en una olla y le ponemos una cantidad de agua que sea igual a la de arroz, ligeramente menor o mayor, al gusto. Si tenéis una arrocera, pues mucho mejor, porque os va a poner mucho más fáciles las cosas. En caso de que no tengáis arrocera, a la olla, y vamos a ponerlo a fuego medio dos minutos. Después, a fuego ya muy lento lo dejáis en torno a 12-14 minutos hirviendo, hasta que veáis que salen túneles en el arroz. Entonces lo retiráis y lo dejáis en reposo otros diez minutos. Es muy importante que no se destape en ningún momento la olla.

Una vez hecho esto, vamos a colocar y expandir bien el arroz en una bandeja y vamos a sazonarlo con el sushizu, en una proporción de 1/5 respecto al arroz seco. Para hacerlo, necesitamos vinagre de arroz, azúcar y sal, en una proporción 5,2,1, aunque podemos variarla si queremos. A la vez que mezclamos el arroz y el vinagre, con movimientos suaves y oblicuos para que el arroz no se rompa, abanicaremos la mezcla.

Una vez veamos que está bien mezclado, podremos preparar con él diferentes tipos de sushi, que explicaré en próximas entradas o incluso comerlo sólo o con acompañamiento. Buen provecho.

Por último, os dejaré un vídeo en el que se muestra con más detalle todo el proceso de elaboración.



lunes, 22 de febrero de 2016

Productos japoneses en Madrid

Hoy os hablaré de dos lugares de Madrid en los que se pueden comprar productos de alimentación japonesa y menaje del hogar.

El primero de ellos se llama Wen Zhou, y está situado en la Calle del General Margallo nº11. Y es que bajo un aspecto algo cochambroso que tiene el lugar, se trata de una tienda en la que podremos comprar infinidad de productos no sólo japoneses, sino orientales de todo tipo. En el establecimiento  de al lado o en el de enfrente, llamados Menaje Hostelería e Ibero-China, fue donde compré un juego de palillos, varios cuencos para las sopas de miso con sus peculiares cucharas, platos e incluso una arrocera para poder hacer mi propio arroz de sushi o sumeshi, que explicaré como preparar en mi próxima publicación.
También fue en el primer lugar que he mencionado donde compré el miso, tofu, sopas instantáneas, tipos de alga, salsas... todo a un precio bastante asequible. Os recomiendo ir, porque hay una gran variedad y con una relación calidad precio bastante aceptable.

Exterior de la tienda Wen Zhou

Otro establecimiento del que os voy a hablar es Tokyo-ya, en la Avenida del Presidente Carmona nº 9. Se trata de una tienda de alta gastronomía en la que podremos encontrar principalmente productos alimenticios muy variados. El precio, sin embargo, es alto en algunos casos. Fui a este lugar en una ocasión, y compré principalmente salsas y aderezos: Vinagre de arroz, aceite de sésamo, un paquete de algas secas... Aunque hay muchísimos productos más de alimentación con los que podremos preparar casi cualquier plato de la gastronomía nipona. También hay productos de cubertería, pero no recuerdo que, por ejemplo, hubiera arroceras.
Lo recomiendo también principalmente por la calidad de los productos, aunque os podéis llevar una ingrata sorpresa a la hora del recibo. (El bote de aceite de sésamo, que apenas llega al medio litro, cuesta 8 euros, y el paquete de algas 10).

Exterior de la tienda
Estoy casi seguro de que habrá más tiendas de productos japoneses en la ciudad de Madrid, pero no he estado en otra aparte de las dos ya mencionadas, así que tampoco puedo asegurarlo por completo.

sábado, 20 de febrero de 2016

Restaurante Naomi. El auténtico japonés.

Hoy he tenido la suerte de haber podido cenar en uno de los restaurantes japoneses más antiguos de la ciudad de Madrid, Naomi. Bajo un aspecto algo cutrecillo que este restaurante, fundado en 1974 y situado en la calle de Ávila presenta por el exterior, podemos apreciar en el interior un ambiente cálido, familiar y verdaderamente auténtico, que nos transporta al propio Japón. No tiene por tanto, nada que ver con los nuevos restaurantes de aire más moderno que últimamente están abriendo en Madrid.


Exterior del restaurante
La dueña es Yuriko, una mujer muy amable que te atiende y toma la nota junto con otras camareras, te aconseja y da recomendaciones acerca de los platos. En mi caso, me ha sugerido probar un delicioso tartar que luego os enseñaré.

La decoración, muy tradicional, se encuentra repartida por todo el restaurante. Farolillos, máscaras, carteles, pequeños tapices... Hay un tatami, una barra y varias mesas. El sitio no debe dar cabida a más de treinta personas, así que hay que reservar con antelación (una semana o más), porque siempre está lleno. También puedes pedir la comida e ir a recogerla.

Interior del restaurante

En cuanto a la comida, era deliciosa. Éramos tres comensales, y pedimos de entrante una tempura de verduras y langostinos, una ensalada de algas wakame, y unos yakitori (brochetas de pollo en salsa). Después tomé una sopa de miso exquisita y de segundo trajeron un sashimi de salmón y atún, un tartar de atún con arroz y yema de huevo cruda, cerdo con especias y arroz y dos temakis, de salmón y aguacate y de huevas de salmón. Todo magnífico. Finalmente, de postre, un flan de café y una mousse de maracuyá.



La calidad de la comida era excelente, pero aviso a navegantes, el precio oscila en torno a los treinta euros por comensal, No es un sitio precisamente barato pero al fin y al cabo ningún japonés lo es.
Si tuviera que ponerle nota le daría un 9,5/10.

Por último, os dejo las fotos del tartar y los temakis. Que os gusten.








viernes, 19 de febrero de 2016

La sopa de miso

Me gustaría comenzar este blog con una receta japonesa muy conocida, la sopa de miso o para aquellos más versados en el idioma nipón, el misoshiru (味噌汁).

Esta sopa, alta en proteínas y tradicional en la comida japonesa, es consumida prácticamente a diario por los habitantes del país, y tiene numerosos beneficios para la salud, entre ellos, la reducción del riesgo de cáncer.

El miso, o pasta aromatizada de soja, es el elemento fundamental que aporta el sabor y el nombre a este plato, y lo podemos encontrar de varios tipos: el aka-miso, más rojizo y salado, el shiro-miso, más blanco y suave o el awase, mezcla de ambos, entre otros.

Tipos de miso
Otro de los elementos fundamentales de este plato es el dashi, un caldo de pescado u otros ingredientes que aporta la base a la sopa. Al igual que el miso, existen varios tipos de dashi: el de pescado, o niboshi-dashi, el de alga, o kombu-dashi, y el de setas o shiitake dashi.





Sopa de miso servida en su tradicional cuenco

A partir de este momento, quedaría a elección del consumidor los demás ingredientes que desean añadir a su sopa de miso. Entre los más corrientes se encuentra el tofu (cuajada de soja), el puerro o cebolleta cortados finamente, la espinaca, el alga wakame...
Personalmente, yo suelo usar el tofu, cebolleta y alga, pues le aportan un especial sabor al caldo, añadido al del miso blanco que también utilizo (no me gusta mucho el miso rojo porque sabe demasiado fuerte para mi gusto)


Por último, os preguntaréis: ¿cómo puedo cocinar esto en mi propia casa? Es muy sencillo, y hay numerosos tutoriales en Internet, pero yo os dejaré uno en el que Yoko-san, una japonesa casada con un español y ambos residentes en Japón, nos enseña como hace su propia sopa de miso casera. Espero que os guste.